martes, 29 de mayo de 2012

"Six" de Tony Banks (VI)

En 1992 Genesis paseaba por el mundo su "We can´t dance tour". Habían pasado seis años desde su anterior trabajo de estudio y el éxito les seguía acompañando. Prueba de la versatilidad de aquel disco son un par de aquellas canciones tocadas en directo. Por un lado uno de los cinco singles que se extrajeron: "No son of mine". Quizás de las mejores canciones comerciales del trío Banks-Collins-Rutherford:


Por otro una de las canciones largas que venían a demostrar que el grupo continuaba, de alguna manera, vinculado a su pasado progresivo: "Driving the last spike" (Remachando el último clavo en español). La canción, de once minutos de duración, venía a contar la historia de un obrero de mediados del siglo XIX que trabajaba, en pésimas condiciones, en las construcciones de las vías férreas de Inglaterra:


Durante 1993 dicha gira se publicó en dos discos titulados "The way we walk". Así, una vez más, los miembros de Genesis volverían a sus carreras en solitario. Tony Banks será el último de los tres en publicar trabajo. Habrá que esperar a septiembre de 1995 para que se edite su último disco -hasta la fecha-, de rock en solitario. ¿Cual fue la fórmula que eligió Banks en esta ocasión para intentar levantar de nuevo su carrera musical fuera de la marca Genesis? ¿Cantaría él como a inicios de los 80 con "The fugitive"? ¿Crearía un nuevo grupo paralelo como con Bankstatement en 1989? ¿O repetiría con una serie de cantantes tal como hizo con "Still" en 1991?
La última opción parecía la más acertada. Incluso a pesar de que, como vimos, "Still" tuvo una nula repercusión comercial. Pero no. Banks eligió para esta nueva ocasión a un solo cantante: Jack Hues. Quizás buscaba unidad sonora para el álbum. Evitar lo ecléctico. Los comentarios que se hicieron al respecto fueron muy positivos. La voz de Hues resultaba muy interesante para el material que preparaba el teclista. Sin embargo se les ocurrió presentarse con el nombre de un nuevo grupo: Stricly Incognito. Al final tuvieron que cambiarlo pues ya había en Inglaterra otra banda con dicho nombre. Al final se llamaron Stricly Inc. y el nombre de Banks no aparecía por ninguna parte de la portada. Al parecer el músico estaba convencido de que su propio nombre podía tener algo de culpa en la poca repercusión en el mercado de sus trabajos...
Portada del casi clandestino Stricly Inc. de 1995
Su gozo en un pozo. Desde el inicio de su lanzamiento pasó totalmente desapercibido en las tiendas. 
¿Los motivos? Quizá uno de ellos el hecho que acabamos de indicar. Pero ¿y el contenido? ¿tuvo parte de culpa? Banks escribió diez canciones. Los teclados, como siempre, prevalecían sobre las guitarras. El bajista Nathan East o el guitarrista Daryl Stuermer son alguno de los nombres de los grandes músicos de sesión que dieron cuerpo al trabajo. Y los sonidos electrónicos prevalecen, quizás, más que nunca. Pudiera ser que ahí erradicara otro de las causas que hicieron de Stricly Inc. un auténtico fracaso. Y es que no se nos puede olvidar el contexto. A finales de 1995 la música rockera que Banks representaba ya había empezado a caer en los charts de medio mundo. Stricly Inc., a pesar de su impecable producción, suena a disco de finales de los ochenta, inicio de los noventa.
Aun así, no por ello, es un mal disco. Se editó un primer single: "Only seventeen". A continuación os dejo el curioso videoclip que daba movimiento a los personajes de la portada:


El álbum se compone de canciones ("Wall of sound" o "Never let me know") que pueden recordar a las baladas de la última época de Genesis, pero -escuchándolo desde la distancia-, hay otras ("Strcily incognito") que sientan las bases para el siguiente trabajo de Genesis en 1997 (por cierto ya sin Phil Collins).
Sin embargo, a pesar de las críticas que se le realizaron en su momento, de las nulas ventas -ni siquiera se llegó a editar en EE.UU.-, Stricly Inc. contiene una de las más grandes obras que Tony Banks ha escrito. Me refiero a "An island in the darkness". Una pieza que recuerda al mejor Genesis con 17 minutos de duración. Estamos, pues, ante en la canción más larga de su carrera. Sólo es superada por la obra magna de Genesis de 1972: "Supper´s ready". En "An island in the darkness" se vuelven a dibujar paisajes, la melancólica voz de Hues se mezcla con la versatilidad en los teclados de Banks y presenciamos un gran final épico de la mano de la guitarra de Stuermer.
Vale la pena detenerse a escuchar la canción. Os la dejo, más abajo, en un par de enlaces. Y como decía Stricly Inc. fue el último intento en solitario, hasta la fecha, de Banks por hacerse un hueco en el mundo pop-rock. Habrá que esperar a 2004 para que vuelva a presentar un disco. Eso sí, muy alejado de las propuestas del rock-progresivo incial de sus trabajos, o del pop más beatle de sus propuestas de los años 80.
 
"An island in the darkness" (I):


"An island in the darkness" (II):


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